Bajo el panorama que acabamos de exponer, no sería justo mostrar solo los
datos, la Ley, la voz, de aquello que se intuye tan desolador, en ello cabe
replantear paradigmas y estrategias de igualdad real de oportunidades, sin
olvidar que nos encontramos en un escenario de mayores desigualdades
sistémicas. Por ello, nos planteamos en este estudio, encontrar no solo aquello
que parece estar tan mal, sino también aquellas voces que puedan ofrecer la
alternativa ante esta circunstancia.
Juan Hernández Armenteros y Jose Antonio Pérez García abogan en
un informe por sustituir el actual modelo "subvencionado
lineal" por otro a partir de la renta. Argumentan estos autores que
actualmente se subvenciona el 80% del coste real de la matrícula a todos los
estudiantes becados sin distinción. Su propuesta pasa por “establecer
horquillas de pago: la unidad familiar que supere 7,5 veces la renta mínima se
pagaría el 100%. La que no llegue no paga nada. Y entre medias todos los demás
costearán una parte proporcional en función de su renta”.
Este modelo se acompaña, explican, “de una fuerte política de becas que lo
sostenga”, que cubra desde los costes de las enseñanzas hasta las becas salario
para los más desfavorecidos. Otra fórmula, modelo anglosajón, es “al menos
facilitar la financiación de los estudios”, aunque esta fórmula “deja al
licenciado con una gran deuda al terminar su paso por la universidad que no
siempre podrá pagar”, aseguran.
En este aspecto, hay otra corriente de opinión, defendida entre otros por
Pedro Schwartz, profesor de la Universidad San Pablo CEU e ideólogo educativo
de FAES. En un estudio dirigido por él defiende un cambio hacia un modelo "basado en la
libertad de elección" en el que el estudiante paga la matrícula íntegra
pero recibe cheques de estudios que cubren buena parte de estos costes y con
los que pueden acudir libremente a cualquier universidad, pública o privada.
La CREUP tiene un posicionamiento de cómo debería ser el sistema de becas
en el que no se cree “en las becas monetarias, sino en costear directamente los
servicios públicos que fueran necesarios”, manifiesta su presidente Luís Cereijo. Es decir, en lugar de ingresar
dinero para un hábitat, ofrecerle una estancia gratuita en un colegio mayor.
“Así se tendría la garantía de que todos los servicios se cumplen”, y
manifiestan que así dejaría de ocurrir “lo que ya es de sobra conocido, de que
no todos los que reciben beca, tienen esa necesidad real por su situación
socioeconómica”. Afirmando que “de este modo, las cuantías se quedan dentro del
sistema público, y no terminan sirviendo para financiar pisos u otras cosas
privadas”.
Para el vicepresidente ejecutivo de la
Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) Juan Juliá, "España es
un país distante de las medias educativas del resto de los países de la
Comisión Europea en este momento". “Estamos muy lejanos en esfuerzos de dar un
verdadero apoyo a la educación superior”, afirma el catedrático.
El profesor considera que “el sistema de
becas debe llamar a la igualdad de oportunidades, a una mayor cohesión social,
a una verdadera igualdad de conformidades, para realmente prosperar en el
tiempo”. “La mayor parte los padres de los estudiantes no tuvieron el grado de
preparación académica que tienen muchos estudiantes hoy, y yo creo que eso manifiesta
el avance social que ha supuesto la universidad pública, eso no hay que
perderlo”, asevera Juliá.
Por tanto, propone “que se puedan
complementar becas y ayudas al estudio con becas de excelencia, pero no colocar
umbrales para las becas”. Eso fue “un error grave que muchos rectores
denunciamos en su momento”, explicó el vicepresidente de la CRUE.
Según FETE-UGT, consideran que “se debería creer realmente en las becas, ya
que estas implican una cierta redistribución de la riqueza en un entorno
fundamental para las personas, para las instituciones y para los países como es
la formación universitaria de nuestra juventud”. Para tener una eficaz
legislación en becas y que cumpliese el principio de igualdad, “sería necesario
que se tuviese en cuenta la estructura del Sistema Universitario Público
Español. Debería existir un pacto nacional sobre el sistema de becas”.
Ver siguiente: Nota metodológica
Ver anterior: Repercusiones para el sector implicado
Más becarios, menos ayudas
Tasas mayores, becas menores
Nuevo modelo de universidad. Rendimiento académico frente a necesidad económica
Resulta claro que la solución perfecta sería siempre
una mayor capacidad para inyectar dinero a estas partidas, pero en ausencia de
esas capacidades, siempre cabe el estudio de una mejora en la forma de
repartición de los recursos con los que se cuentan. A su vez, puede que una
mayor inversión en educación no garantice mejores resultados, pero si queda
claro que garantiza el libre acceso de todos a su derecho a la educación,
dejando a un lado la mayor o menor capacidad que tenga cada uno para el
estudio.
Ver siguiente: Nota metodológica
Ver anterior: Repercusiones para el sector implicado
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