Las bases de datos del Ministerio de Educación que seleccionamos fueron las
que contenían información sobre cantidad de becarios, desglosado por Comunidad
Autónoma; el presupuesto otorgado por el Ministerio al sector universitario, y
dentro de éste, el importe dirigido a las becas universitarias; y tasas que
cobra cada universidad por CC.AA. y experimentalidad (siempre atendiendo a
precios por primera matricula) para, de este modo, realizar esquemática y
textualmente un ciclo evolutivo del sistema de becas español contraponiendo
estos datos.
Los datos obtenidos, se han trabajado hasta poder obtener a partir de
éstos, nuevos datos.
A partir del precio de las tasas de todas las experimentalidades, se ha
establecido una media por cada año, siempre atendiendo a los precios sobre las
primeras matriculas.
La cuantía dirigida a becas se muestra por curso académico, así como la
cuantía recibida por cada estudiante se muestra por cada año natural, que es el
formato correcto para contabilizar dichos datos.
En cuanto a las tasas, debido a cambios en la forma de recopilar y
clasificar esos datos por parte del Ministerio, se optó por dejar de lado la
clasificación elaborada por experimentalidades, pues las cifras obtenidas
podían ser engañosas. Optamos por obtener solamente una media del precio de
todas ellas por año, y sacando de allí las variaciones porcentuales.
Se estableció una media de cuánto recibía por beca cada becado, a partir de
los datos sobre el importe total destinado a esta partida y de los datos sobre
el número de becarios. Siendo desglosada a continuación por Comunidades
Autónomas. Sobre esta cifra, se estableció una variación porcentual respecto a
los años anteriores. Esa variación, se ha mostrado en contraposición a la
variación porcentual elaborada, del mismo modo, sobre la variación de los
precios de las tasas.
Todas las cuantías de todos los datos y su variación a lo largo de los años
o cursos académicos están actualizadas al IPC.
Las solicitudes de información en este proyecto han sido infructuosas, pues
“si no están allí, es que no tenemos los datos, no podemos hacer nada”,
respondían en diversas ocasiones desde el Ministerio de Educación.
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